Después de haber leído el texto de Bolívar podemos hablar de las organizaciones que aprenden como un tipo de escuelas en la que todos sus miembros están continuamente aprendiendo de forma cooperativa y grupal, frente a otro tipo de organizaciones más tradicionales e individualistas en las que no se da una respuesta educativa a las necesidades de sus integrantes. Las organizaciones que aprenden están innovando continuamente, modificando sus estrategias y métodos de actuación para así corregir los errores; para ello los profesores realizan formaciones continuas para mejorar su actuación en el aula, se ayudan los unos a los otros intercambiando estrategias, etc.
Por otro lado, a partir del texto de Gairín podemos definir una serie de barreras o dificultades para avanzar hacia los centros educativos que aprenden. En primer lugar, la forma individualizada de trabajar por parte de los docentes, que hace que se produzca una falta de comunicación entre los mismos. Todo esto hace que no se puedan poner en común puntos de vista y estrategias para mejorar a la hora de dar clase. Otra barrera que encontramos es la poca formación por parte de los profesores debido a la falta de tiempo. En tercer lugar, los centros educativos de grandes dimensiones en los que, debido a la masificación de profesores, las relaciones interpersonales y la comunicación impide el desarrollo de nuevas estrategias y dispositivos. Por último, y de forma general, podemos considerar que la mayoría de las barreras existentes provienen de la falta de autonomía que hace que los centros educativos no puedan tomar sus propias decisiones, si no que siempre tienen que depender de alguna institución de mayor nivel.
Seguidamente, las características más importantes de las organizaciones que aprenden son: con respecto al desarrollo del centro escolar, todos los miembros pueden opinar y tomar decisiones de forma libre sobre cualquier tema. En cuanto a la propuesta de nuevas ideas por parte de algún profesor, existe el respeto del resto del claustro y el apoyo en las decisiones arriesgadas. Además en estos centros, existen diversos recursos para la formación periódica de los docentes. Por otro lado, de forma continua el centro realiza una autorevisión de las metas y objetivos que se quieren conseguir y reuniones frecuentes para solucionar cualquier problema existente en el centro.
En cuanto a las condiciones que deben darse para crear una cultura de colaboración en los centros educativos, existen numerosas propuestas por parte de diversos autores. Entre ellas destacamos: el liderazgo de algún miembro de la organización, es decir, una persona que se encargue de tomar decisiones y llevar la iniciativa en cuanto al desarrollo del centro (siempre y cuando todas las decisiones sean aprobadas por el resto de miembros), coordinación y planificación entre los integrantes del centro a la hora de trabajar en grupo, y formación por parte de los docentes para que así el centro este en continua renovación. Es importante que todo el proceso sea evaluado para así fomentar la reflexión y corrección de los errores.
Por último, vamos distinguir dos tipos de estrategias a la hora de llevar a cabo este proceso:
- Estrategias operativas; destinadas a que los docentes trabajen de forma colaborativa, intercambiando opiniones y experiencias.
- Estrategias globales; relacionadas con la modificación de objetivos y procesos educativos. Este tipo de estrategias afectan a todos los miembros.
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